Acupuntura Oriental

¿Sientes un dolor agudo y persistente en la parte externa de la cadera? Si te cuesta caminar, subir escaleras o incluso estar de pie durante mucho tiempo, es posible que sufras de trocanteritis, una condición que afecta a muchas personas, especialmente a medida que envejecen. La trocanteritis, o bursitis trocantérea, es la inflamación de la bursa (una pequeña bolsa llena de líquido) que se encuentra en la prominencia ósea de la cadera, conocida como trocánter mayor. Esta inflamación causa dolor intenso, limitación del movimiento y, en muchos casos, una cojera que puede dificultar enormemente las actividades cotidianas.

La medicina moderna ofrece tratamientos como antiinflamatorios, fisioterapia y, en casos extremos, infiltraciones. Sin embargo, la acupuntura se ha posicionado como una alternativa holística y eficaz para abordar no solo los síntomas, sino también la raíz del problema, ofreciendo una vía natural para recuperar la movilidad y la calidad de vida.

Caso real: Un camino hacia la recuperación sin cojera

Hace poco, una paciente de 65 años acudió a mi consulta con un diagnóstico de trocanteritis. Su principal preocupación era una cojera pronunciada que le impedía caminar con normalidad, lo que le generaba un dolor constante y una gran frustración. Su estado de movilidad estaba tan limitado que incluso las tareas más simples de su día a día se habían convertido en un desafío.

En la Acupuntura, el dolor y la inflamación se entienden como un estancamiento de la energía (Qi) y la sangre. En el caso de la trocanteritis, los meridianos que pasan por la cadera, como el meridiano de la Vesícula Biliar, pueden estar bloqueados, lo que impide el flujo adecuado y genera dolor e inflamación. Mi enfoque terapéutico se centró en desbloquear estos canales energéticos para reducir la inflamación y restaurar la circulación en la zona afectada.

Mediante la aplicación de finas agujas en puntos clave a lo largo de los meridianos de la cadera y las piernas, trabajamos para dispersar el estancamiento y aliviar la presión sobre la bursa inflamada. Además, la acupuntura tiene un potente efecto antiinflamatorio y analgésico, que actúa directamente sobre el sistema nervioso para mitigar el dolor.

Progresos notables y un pronóstico alentador

El resultado del tratamiento fue notablemente rápido. Después de tan solo cinco sesiones, la paciente experimentó una mejoría asombrosa. La cojera que la había aquejado durante meses desapareció por completo, y el dolor se redujo significativamente, permitiéndole retomar sus actividades diarias con mayor comodidad. Su rostro, antes lleno de preocupación, reflejaba ahora alivio y esperanza.

Aunque el dolor diario ha disminuido considerablemente, la paciente aún no está lo suficientemente fuerte como para disfrutar de caminatas largas. Por ello, continuamos con sesiones semanales para consolidar los avances y fortalecer la zona afectada. Mi objetivo es que no solo se recupere por completo, sino que mantenga esa mejoría a largo plazo.

El pronóstico es excelente. A medida que su movilidad siga mejorando, espaciaré las sesiones hasta darle el alta.

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